martes, 5 de enero de 2010

A través de un blog

Los blogs son herramienta relativamente nueva en la web pero su actual uso masificado es el que los ha puesto en uno de los planos más importantes de la web 2.0, y por tal motivo han modificado nuestro entorno al permitirnos expresarnos a través de este soporte.

Gracias a mi incursión en el blogueo he conocido a muchas personas de manera presencial y a distancia, elaborado y participado en algunos proyectos relativos a la internet así como también he tenido algún acercamiento con figuras de distintos ámbitos a las cuales he admirado antes y después del uso de los blogs, he aquí mi historia bloguera.

Es difícil precisar una fecha exacta en la que me convertí en bloguero, ya que han pasado varios años desde entonces, lo que puedo recordar es que allá por el año del 2004 mi inquietud política era fuerte y eran casi nulos los espacios para la expresión política que no fueran censurados, por tal motivo descarté un medio convencional cómo es el periódico, ante esta decisión tuve que buscar en la internet alguna opción que me permitiera publicar mi opinión personal sin temer a la censura, y el primer encuentro fue con blogger.

Lamentablemente en aquella época este servicio de bitácoras con terminación blogspot.com no era tan amigable con el usuario, como lo es ahora, así que pronto tuve que abandonar ese servicio sin haber hecho más que un post, en el cual saludaba a la naciente blogosfera con un incipiente “Hola”.

Pronto encontré un sitio llamado Blogsya.com el cuál me permitía sin muchas complicaciones hacer lo que tenía en mente, y así arranqué mi primer blog llamado Texto Libre, era mi espacio personal dedicado enteramente a cuestiones políticas, en poco tiempo gracias a este ejercicio de reflexión vía blog fui entendiendo la fuerza que los diarios virtuales iban tomando, sobre todo en el aspecto de la retroalimentación con los lectores, misma que en ocasiones se tornaba sombría y amenazadora y en otras en un libre intercambio de ideas.

Teniendo mi bitácora bien actualizada en el segundo semestre del mismo año me fui a estudiar por seis meses a Montreal, dicha estadía permitió que mis ideas se revolucionaran lo suficiente para seguir con mi labor bloguera desde Canadá sin perder el hilo de lo que estaba haciendo. En cualquier oportunidad buscaba un cibercafé de cinco dólares la hora para mandar un correo a casa, publicar un post y revisar los comentarios de entradas anteriores.

Regresando a México a finales de ese 2004 la sangre hervía más que antes, sin embargo mi cuenta llegó a su límite, impidiéndome seguir posteando o publicando sin tener que borrar una entrada anterior, por ese motivo tuve que dejar Texto Libre para comenzar un nuevo blog en el mismo Blogsya.com pero que ahora llevaría por nombre Lengua de Fuego.

Con Lengua de Fuego continuó la experiencia de publicación política a través de un blog, a pesar de que conocía el límite técnico de este servicio, decidí llevarme a algunos de mis lectores a mi nuevo blog, fue en esta etapa en donde conocí personas más afines con mis publicaciones y que desde entonces me han acompañado en estos años de vida bloguera.

Quizá el momento más importante para Lengua de Fuego fue publicar la noticia de los atentados terroristas en Londres cuando me encontraba en Italia, de esos días recuerdo muy bien a una pareja de ingleses que desesperadamente buscaban una cabina telefónica dentro del hotel para comunicarse con su hija que se encontraba cerca de la acción terrorista, en acto reflejo me salí de la cabina, situación que me agradeció profundamente la pareja, al vivir eso sabía que en algún momento lo postearía.

Lengua de Fuego me llevo de la mera pasividad política en la que me encontraba desde hacía tiempo a la acción política, entraba en activo con un grupo de compañeros universitarios a un proyecto que buscaba rescatar la política y a nuestra ciudad de los que no son políticos, de los que sólo persiguen sus intereses.

A la par de Lengua de Fuego, cuando casi esta terminaba su ciclo, comencé a utilizar el sistema blogger a mediados del 2005, encontré que ya habían hecho algunos cambios y que me sería mucho más sencillo tratar de publicar de nuevo por ahí, por esa razón decidí iniciar un blog sobre poesía, mismo que mantengo a la fecha. Mont Royal que es el nombre de este blog poético que me ha permitido conocer personas que gustan de mis publicaciones, y conocer indirectamente al poeta brasileño Aleiton Fonseca vía la socióloga Teresa Ferreira.

Además de Mont Royal, tenía que continuar con la publicación política y de esa manera abrí un blog con la misma línea que por nombre llevaría Nueva Lucha, en este blog invité a varios amigos para su colaboración, sin embargo su tiempo de vida en la red no fue el esperado y decidí terminar esa nueva incursión política en blogger, para renacer con La Mano Roja en también soportada en blogger, donde las ideas explotaban de una manera más radical, pero que al mismo tiempo cuidaba su lenguaje(lección aprendida por su antecesor Texto Libre) y que tendría cierto éxito en un círculo pequeño de mis lectores.

En este momento atiendo alrededor de cuatro blogs personales de diferentes temáticas, y preparando proyectos que han surgido a partir de los contactos conocidos a través de estos blogs, ya han pasado varios años desde mis primeras letras en los blogs, pero la sensación de ser leído por alguien ajeno a tu vida sigue siendo igual de gratificante que el primer día.

Si bien es cierto que la evolución de los blogs ha sido rápida, ésta no ha sido fácil, ya que en mi regreso a blogger pasé horas y horas de mis tardes tratando de entender el código HTML para mejorar las opciones de una plantilla, para mover una foto, para incorporar un link, pero ahora todo eso está al alcance de unos cuántos clics.

El sistema de blogger ha mejorado y gracias a eso ha facilitado a muchos la publicación de cualquier contenido, y en especial la retroalimentación entre autor y lector, conforme pasa el tiempo, la diferencia que guardaban estos se ha difuminado cada vez más, volviendo difícil la tarea de poder diferenciar a uno y otro.


*En cuánto a los sitios mencionados en el texto anterior cómo Nueva Lucha y La Mano Roja fueron borrados por el autor.


Lic. Carlos Gregorio Díaz Martínez